Uno de los principales encantos de las islas Azores y sobre todo de San Miguel es la cantidad de termas que puedes llegar a encontrar. Las islas Azores son islas de origen volcánico lo que hace que en muchas zonas emerjan aguas con temperatura elevada y algunas están adecuadas para que nos podamos bañar.
El microclima tropical que tienen las Azores, en el que la temperatura generalmente varía de 13 °C a 25 °C y rara vez baja a menos de 10 °C o sube a más de 27 °C, las hacen perfectas para viajar a ellas cualquier mes del año (aunque cuidado con las lluvias). El contraste de la temperatura en el exterior y dentro del agua puede llegar hasta los 30ºC mientras te rodeas de paisajes al más puro estilo Jurassic Park hace de todo ello una experiencia super especial.
Algo que caracteriza a todas las termas (no solo las de San Miguel) es un intenso aroma a azufre que no es muy agradable al principio pero te acabas acostumbrando.
Y es que este fue uno de los motivos que nos llevó a elegir San Miguel como nuestro destino para nuestras vacaciones en septiembre de 2022. Queríamos un sitio con poco turismo en el que pudiéramos disfrutar de un clima agradable y poder darnos algún que otro baño, por lo que sus aguas termales nos venían perfectas.
Este es nuestro ranking de las termas que visitamos de mejor a más prescindible si no tienes mucho tiempo y no puedes visitarlas todas.
Parque Terra Nostra
Las primeras e imprescindibles termas en San Miguel se encuentran en el Jardín Botánico Terra Nostra Garden, localizado en la localidad de Furnas.
Este parque de aguas termales no tiene nada que ver con el resto, y es que aprovecha que Furnas se encuentra en un «valle» que realmente es un cráter volcánico. Recorriendo las calles de la localidad verás que emerge un humo desde el suelo, las alcantarillas y las fumarolas, que son pozas de agua burbujeante debido a la temperatura a la que se encuentra el agua originado por la actividad volcánica del subsuelo. Esta particularidad hace que Furnas sea una de las localidades más famosas de la isla de San Miguel.






En este mismo pueblo se encuentra Terra Nostra, el Parque termal más grande de San Miguel, formado por una extensa área de bosque, naturaleza, jardines y como no, que por esto hemos venido, diferentes piscinas de agua termal.
La visita podría dividirse en dos partes, y nosotros así la recomendamos. Primero un paseo por todo el recinto aprovechando que aún no nos hemos quitado la ropa, para disfrutar del paisaje. Junto con la entrada te ofrecen un mapa, en el que hay varios recorridos y en el que te especifican todo lo que vas a ver. Si eres amante de la vegetación, vas a flipar porque tienen un montón de especies de plantas y flores muy bonitas.



Después del paseo de unos 3 km, que se tarda más o menos 1 hora en hacer ya podemos disfrutar de sus piscinas naturales.






Termas de Terra Nostra
La primera de las 3 termas que hay en Terra Nostra es la que más llama la atención y te la encuentras nada más entrar al parque, haciendo que sea la piscina principal. De forma natural, el agua está entre los 25 y 30ºC, lo que hace algo complicado que aguantes mucho tiempo dentro. Lo que más nos choca es que tiene un color marrón poco apetecible, debido a la alta cantidad de hierro que contiene.
Esto tiene efectos beneficiosos y tonificantes para la piel, pero no olvides llevar un bañador y una toalla a los que no le tengas mucho aprecio, ya que se teñirán de naranja y es difícil de quitar. Es probable que en vuestro alojamiento os den toallas de color marrón y te pidan que si te lleves esas en lugar de las blancas.



Justo al lado de esta gran piscina se encuentran unos vestuarios, los baños públicos, las duchas y dos jacuzzis de aguas termales mucho más pequeños que las termas principales, pero que en nuestra opinión ofrecen mejor experiencia.
No todo el mundo que recorre el parque conoce de su existencia, ya que están un poco escondidos y pueden pasar desapercibidos, lo que hace que no haya mucha gente en ellos. Otra ventaja es que estos jacuzzis ya no tienen ese agua marrón tan poco agradable para la vista. Además hay zonas para dejar tus cosas cerca, y el ambiente es mucho más bonito.






Horario: 10:30 am – 4:30 pm, sin límite de tiempo
Precio: la entrada general son 10 euros por persona. Para niños de entre 3 y 10 años hay descuento de un 50% (o sea 5€) y es gratis para niños hasta 2 años.
Poça da Dona Beija
El complejo de termas de Poça de Dona Beija también se encuentra en Furnas, aunque no esperes un parque como el que te hemos contado anteriormente. Este es sencillamente un recinto, bonito eso si, pero bastante simple en el que vas sólo a bañarte en sus termas.
Dona Beija cuenta con 6 piscinas, cada una de ellas con diferente profundidad. Todas están a 39ºC, excepto la del ondo del todo que está a 28ºC. Si no toleras bien el agua caliente la Poça da Dona Beija no es para ti.
Cuentan también con vestuario y duchas (de agua fría) y taquilla pero te cobran a parte 2€ más. También puedes alquilar una toalla si no has hecho los deberes.



Lo particular de estas pozas está en su horario, porque son las únicas que abren hasta tan tarde. Nuestra recomendación es que apures lo máximo para verlas cuando se va el sol y encienden las luces, porque la experiencia de bañarte en unas termas por la noche es especial, y nos recordó a nuestro viaje a Budapest y las termas Széchenyi. Tampoco queremos poneros las expectativas muy altas, pero tiene su gracia.
Horario: 8:30 – 23:00 y una vez que accedes solo puedes permanecer dentro 1 hora y media.
Precio: 8€
Caldeira Velha
También llamado Centro de Interpretação Ambiental da Caldeira Velha, son otras de las termas que tienes que visitar en San Miguel. Además dentro del parque puedes recorrer una exposición con mucha información sobre el origen volcánico de las islas Azores, la biodiversidad y recursos térmicos de este parque en concreto.
La Caldeira Velha está situada en la propia ladera del Volcán Agua do Pau, a medio camino entre Lagoa do Fogo y la cascada Salto do Cabrito que son dos imprescindibles de la isla y que recomendamos que visites también.
Es una de las pozas termales que más prometen de todo San Miguel, pero nos dejaron un sabor agridulce. El entorno es precioso, pero nos parecieron caras para lo que ofrece la experiencia en sí. Son solo 3 piscinas, de las cuales 2 son dos termas estilo spa bastante pequeñas y normalitas, mientras que la otra que llamarle agua termal es un poco exagerado.
Sin embargo, esta última es la más bonita porque se ve el agua caer de la montaña, pero que no te dan ganas de quedarte en remojo.
Ninguna de las tres termas de Caldeira Velha cubren.
Algo que nos llamó la atención es que las dos pequeñas termas se alimentan de otra poza algo más arriba, donde puedes ver el agua hirviendo e incluso un cartel de prohibido el baño.






Consejos Caldeira Velha
Justo al lado de las taquillas hay un pequeño parking con muy poco aparcamiento, pero no dejes el coche aquí, sigue las indicaciones de la carretera hacia el parking oficial, que está un poco más abajo a mano izquierda, ya que es enorme y aunque parezca que está lejos te deja al lado de la entrada y accederás al recinto por unas escaleras directo a las taquillas.
Nosotros recomendamos ir a primera hora para disfrutarlas sin casi gente, pero si no te gusta madrugar aprovecha también la hora de la comida entre la 13:30 y las 15:00 más o menos que también hay poquita gente.
Horario: 9:00 – 17:00 y una vez que accedes solo puedes permanecer dentro 2 horas. Caldeira Velha tiene horarios de entrada, por lo que no es libre del todo, siendo el último pase a las 16:30. Reserva tu entrada online desde la web oficial de las termas.
Precio: 3€ si solo quieres acceder al recinto o 10€ si además quieres bañarte en sus piscinas.
Termas da Ferraria
La última de las termas que os recomendamos de San Miguel es la piscina natural de Termas da Ferraria que tiene la particularidad de ser totalmente a cielo abierto y gratuita. Estas termas están en la costa oeste de la isla.
Anteriormente, esta piscina era un complejo de hotel, restaurante y Spa que a día de hoy está abandonado, y eso por eso que mucha gente que llega hasta aquí se decepciona y piensa que ha venido para nada.
Aparcamos en su parking después de bajar por una carretera muy empinada (que luego habrá que subir en primera) y después de asomarnos a sus acantilados tienes que seguir caminando hacia la izquierda mirando hacia el mar para encontrar realmente lo que estamos buscando.
Es una cala de lo más normalita, no extremadamente bonita y en la que se congrega mucha gente si la marea lo permite (hay que tener mucho cuidado con las mareas, es por eso que en los meses de verano esta cala cuenta con socorrista)
Gracias a la corriente subterránea el agua en esta pequeña cala alcanza los 28ºC en las zonas más cercanas desde donde salen las corrientes. Hay varias cuerdas que recorren la piscina de un lado a otro para agarrarse y hacer más fácil la estabilidad, ya que las corrientes que entran y salen de la cala a veces son fuertes.